miércoles, 15 de febrero de 2012

El método cientifico, desde la mirada de un neurologo.



Sobre el método científico, desde la mirada de un neurologo, y el estudio del "Yo". Una cita textual del libro de Oliver Sacks (2010). Un antropólogo en Marte. Barcelona, Anagrama (compactos). (Nueva York, Knofp, 1997)

G.K. Chesterton:

La ciencia es una gran cosa cuando la tienes a tu disposición; en su sentido real es una de las palabras más grandiosas del mundo. ¿Pero a que se refieren estos hombres, nueve de cada diez veces, cuando la utilizan hoy en día? ¿Cundo dicen que la investigación es una ciencia? ¿Cuándo dicen que la criminología es una ciencia? Se refieren a salir del hombre, a estudiarlo como si se tratara de de un gigantesco insecto; en lo que ellos llaman una luz imparcial; en lo que yo llamaría una luz deshumanizada. Se refieren a alejarse un gran trecho de él, como si fuera un lejano monstruo prehistórico; observar la forma de su “cráneo criminal” como si se tratara de una protuberancia misteriosa, como el cuerno que hay en el hocico del rinoceronte. Cuando el científico habla de un sujeto, nunca ser refiere a si mismo, sino siempre a su vecino; probablemente a su vecino más pobre. No niego que es árida luz pueda ser de utilidad alguna vez; aunque en cierto sentido es el mismísimo reverso de la ciencia. Tan lejos está de ser conocimiento que de hecho es la supresión de lo que conocemos. Es tratar a un amigo como a un extraño y fingir que algo familiar es realmente remoto y misterioso. Es como decir que un hombre tiene una trompa entre los ojos, o que cada veinticuatro horas cae una vez en un arrebato de insensibilidad. Bueno, lo que llamas el “secreto” es exactamente lo opuesto. No intento salir del hombre. Intento adentrarme en él.

La exploracíon de los yoes y mundos profundamente alterados no es algo que se pueda llevar a cabo en una consulta o en un ambulatorio. El neurologo francés Francois Lhermitte es especialmente sensible a este hecho y, en lugar de observar simplemente a sus pacientes en la clínica, insiste en ir a visitarlos a sus casa, en llevarlos a un restaurante o al teatro, o a dar un paseo en su coche, en compartir sus vidas en cuanto sea posible.  (p.20)

¿Acaso esta descripción difiere de lo que les pedimos a los psicólogos que hagan? o ¿Será acaso que los psicólogos somos más positivistas que los neurólogos, y asumimos que nuestro conocimiento es tan fuerte que podemos conocer-resolver los problemas de las personas desde un consultorio?

La construcción cultural de la enfermedad: el juego del lenguaje


Gergen Keneth (2006) Construir la Realidad. El futuro de la psicoterapia. Barcelona, Paidos. (Editions du Seuil, 2005)

La Construcción Cultural de la Enfermeda:

Dos argumentos se desglosan en este tópico, central en el construccionismo social:
a)    Los profesionales de la salud, sobretodo de aquellos centrados en la “salud mental” han acuñado una serie de términos para diferenciar o clasificar algunos “desordenes de personalidad” o “comportamientos sociales inadecuados”, que se han incorporado al lenguaje cotidiano de nuestras respectivas culturas.  “Autoestima”, “bipolaridad”, “hiperactivo”, “personalidad múltiple”, “neurosis” “inconsciente” y otros que podemos escuchar en las conversaciones cotidianas, forman parte de las “explicaciones” para justificar, o encontrar una relación causal entre aquello observado en una persona que parece “anormal”. En  términos de Bruner (1990) la manera en cómo asimilamos un hecho extraordinario –como lo integramos a nuestra manera de entender los comportamientos sociales-
b)    La difusión de la terminología de los profesionales de la “salud mental” fue masificada, en primer lugar por la edición de libros de autoayuda, y posteriormente por el desarrollo de las nuevas tecnologías computacionales. Para Gergen, la web y todas las herramientas de búsqueda y comunicación asociadas a ésta contribuyeron a la difusión de los conceptos, usados por los profesionales de la salud, para describir, trastornos, síndromes, o estados de alteración. “Stress”, o “síndrome postraumático” pasaron a ser términos usados dentro de la “psicología popular” (Bruner, ibid) para autodescribirse o describir a otros.

Una consecuencia de este uso cotidiano de la terminología, es la autodescripción que las personas construyen y relatan cuando consultan a un profesional. Uno de los riesgos en la consulta, inicia por la clarificación de aquello que la persona relata que tiene, y la perspectiva que el terapeuta trata de co-construir durante la sesión.