Para nuestro caso, intentare diferenciar -y solo para fines didácticos, y esperamos que esto se entienda en toda su dimensión- entre un relato saturado y un relato dominante, aunque en Payne (2000) y en White y Epston (1980) estas dos expresiones aparecen como sinónimas. No obstante, y con el objetivo de analizar un conjunto de entrevistas, daremos algunas indicaciones para "diferenciar" o distinguir ambos relatos, a partir de los siguientes argumentos:
a) Es fundamental, desde nuestro punto de vista, para un psicólogo asumir que toda entrevista es una relación entre dos o más personas. Esta obviedad implica que el habla y las acciones de cada uno de los integrantes co-construye una interrelación interpretativa (Ortega-Ramirez, 2010), esto es y siguiendo a Tanen (2000), cada uno de los participantes actúa y toma un turno conversacional a partir de la interpretación que hace de la actividad en la que esta participando (Bruner, 1990; Lave y Wenger, 1991).
b) La co-construcción de interrelación interpretativa, como proceso de participación de las personas durante el tiempo en el que esta participando de una actividad (Drier, 2002), nos obliga al análisis de la dinámica de la relación interpersonal, de la forma de actuar y de hablar respecto de los otros participantes. En este sentido, en una entrevista se entiende que ambos participantes -entrevistador y entrevistado- responden al otro, a partir de la interpretación generada en el curso de sus actuaciones o de sus turnos conversacionaes (Tanen, 2000;2002;2006).
c) Entendemos, entonces, que cada entrevista genera una dinámica particular y podemos hipotetizar, en consecuencia, que se desglosan relatos específicos pues las preguntas, comentarios o acciones del entrevistador pueden llevar al recuerdo de situaciones más específicas, que se ubiquen con más detalle y por ende se reconstruyan, cognitiva y emocionalmente los hechos vividos; o bien puede que el entrevistador cambie su posición y con ello dar un marco interpretativo a partir del cual el entrevistado describa de manera general y menos precisa derivando en un relato, podemos decir "neutro" en el plano cognitivo y emocional; y finalmente, que el entrevistado estructure un situación de conflicto, de enfrentamiento, en su ánimo impulsar un proceso reflexivo, y el entrevistado lo interprete como una agresión a su persona.
d) De cualquier manera, asumimos que en cada entrevista se construye una dinámica peculiar, en la cual se funda el o los tópicos de los relatos. En este sentido, y solo en este, podemos hablar de relatos dominanes, es decir de aquellos topicos desarrollados por el entrevistado y que desde su punto de vista, son aquellos topicos que interpreta como relevantes dentro de la dinámica de la entrevista; asi, la narración de los hechos, primordialmente de aquellos que elije de su trayectoria de vida, y que dan forma al relato de la trama de los eventos en los cuales el entrevistado participo, suelen cambiar sesión a sesión. En este sentido, hablamos de que la vida de las personas es multihistorica (Payne, op.cit, pag 93, citando a White y Epston).
e) Sin embargo, habría que atender a la manera en como la persona se incluye en cada uno de los episodios de la vida que nos narra, de como en sus propios relatos la persona, cuando es entrevistada se dibuja, se asume, se describe. Sobretodo, cuales son los rasgos que resalta de si misma en sus relatos. Probablemente cada uno de los eventos en los que participo le permitan rescatar formas diferentes de recordarse, reinterpretando las razones de sus acciones, de sus razonamientos y de sus emociones, o bien narrar los episodios de su vida manteniendo una coherencia con lo que supone que es él, lo que siempre ha sido, tanto en caracter como en valores o principos -vr.gr. "siempre he sido de caracter fuerte"; "desde que me acuerdo siempre he sido orgulloso"; "yo voy por lo mio, no me importa pasar por encima de alguien para lograr lo que quiero", etc.
f) Para nosotros es obvio que todo relato implica al Yo, es decir todo relato está construido alrededor de la persona misma, pero los relatos no muestran un Yo problematizado (siguiendo a Foucault, un Yo reflexivo de las circunstacias históricas de su vida, de otra manera no tendría sentido la existencia la disciplina psicológica), narran un Yo situado, ubicado en una dinámica participativa, la cual es necesario desglosar con apoyo de alguien. Un alguien que para nuestro caso es el psicólogo.No obstante, las narraciones del entrevistado nos dejaran ver, de manera general o particular, cómo participó en los eventos que estructuran su historia personal, su trayectoria de vida como sugiere Drier (op.cit). De cómo tales eventos dibujan al Yo, y de cómo la estructrura de lo narrado obliga al entrevistado a recuperar o dejar de lado algunas características de su persona. Cuando la persona sólo recupera los aspectos negativos de sus acciones, razonamientos y los externa como problematicos para ella misma, asumimos entonces, que estamos ante un relato saturado. Entendemos que la persona se piensa a si misma como un problema para los demás, o como un ser poco afortunado en su relación con los demás, o bien, diferente de los otros; por ende sus relatos solo pueden resaltar acciones, pensares y sentimientos acordes con su forma de pensarse, de verse.
g) Pero no todos los psicólogos estructuran situaciones para desglosar las participaciones del entrevistado en los episodios de su vida, a describir de manera puntual acciones y turnos conversacionales, de obligar a recordar las formas de pensar asociadas a las acciones y discursos expresados en las circunstacias que se relatan. En todo caso, son aquellos formados en la terapia narrativa quienes toman la responsabilidad de construir, para efectos de un trabajo de reconstrucción de la persona y como hipotesis de trabajo psicológico, el relato saturado.
Hasta aquí dejo la pretendida distinción didáctica, entre relato saturado y relato dominante. Finalmente espero que las partes resaltadas no las olviden, para quien esto escribió, son fundamentales.
Otoño 2010
Raúl Ortega Ramírez
UNAM-FES IZTACALA